La creación de los SAF responde a una necesidad urgente de descarbonizar el transporte aéreo. Los biocombustibles, una de las alternativas más prometedoras, ofrecen una solución práctica y efectiva frente a la imposibilidad actual de adoptar aviones eléctricos o a hidrógeno a gran escala sin modificaciones estructurales profundas en la infraestructura aeroportuaria y en las aeronaves mismas.

• Compatibilidad con Infraestructura Existente: Los biocombustibles pueden utilizarse en las turbinas de los aviones actuales sin necesidad de realizar modificaciones significativas. Esto significa que la infraestructura de transporte y almacenamiento de combustible en los aeropuertos puede mantenerse prácticamente igual, lo que facilita su adopción masiva.
• Similitud en la Combustión: La combustión de los biocombustibles es prácticamente idéntica a la de los combustibles fósiles tradicionales. Esto asegura que las aeronaves puedan operar con la misma eficiencia y seguridad que con los combustibles convencionales.

El uso de biocombustibles puede reducir significativamente las emisiones de carbono en comparación con los combustibles fósiles. Al ser producidos a partir de materias primas renovables (feedstocks), los biocombustibles generan un ciclo de carbono más cerrado, en el cual el CO2 liberado durante la combustión es parcialmente compensado por el CO2 absorbido por las plantas durante su crecimiento.

En Estados Unidos, ya existen incentivos fiscales, como el crédito fiscal 45Z, diseñado para promover la producción de combustibles limpios. El crédito 45Z proporciona un crédito fiscal para la producción doméstica de combustibles limpios, incluyendo los combustibles de aviación sostenibles. Para ser elegibles, los productores deben estar registrados en los Estados Unidos y los combustibles deben tener menos de 50 kilogramos de dióxido de carbono equivalente por millón de unidades térmicas británicas (CO2e por mmBTU).

Este tipo de incentivos no solo reduce el costo de producción de biocombustibles, sino que también impulsa a las empresas a invertir en tecnologías más sostenibles, acelerando la transición hacia una aviación más verde.

ucropit juega un papel fundamental al proporcionar herramientas avanzadas para calcular la huella de carbono de los cultivos utilizados como materia prima para los biocombustibles. Nuestra plataforma permite a los agricultores y productores de biocombustibles evaluar y optimizar sus prácticas agrícolas para reducir las emisiones de carbono desde la etapa inicial de producción.

Cultivos de Cobertura y Uso del Suelo

Los cultivos utilizados para generar biocombustibles, como la carinata y la camelina, son cultivos de cobertura que ofrecen múltiples beneficios. No solo ayudan a fertilizar y mejorar la salud del suelo, sino que también evitan la competencia con cultivos alimentarios, asegurando que la producción de biocombustibles no desplaza la producción de alimentos. Este enfoque evita el cambio indirecto del uso de la tierra (iLUC, por sus siglas en inglés), garantizando que los terrenos agrícolas se utilicen de manera eficiente y sostenible en el tiempo.

A través de tecnologías de monitoreo y análisis de datos, Ucropit es capaz de ofrecer una evaluación detallada de la huella de carbono de los feedstocks. Esto incluye el seguimiento de las prácticas agrícolas, el uso de fertilizantes y pesticidas, y el manejo de residuos, entre otros factores. Al identificar áreas de mejora, los agricultores pueden adoptar prácticas más sostenibles que contribuyan a una menor emisión de gases de efecto invernadero.

La adopción de Combustibles de Aviación Sostenibles es una solución pragmática y efectiva para reducir las emisiones de carbono en la aviación, un sector crítico para la economía global. ucropit, con su capacidad para calcular y optimizar la huella de carbono de los cultivos, se posiciona como un socio esencial en esta transición hacia un futuro más sostenible. Al apoyar la producción de biocombustibles y su integración en el mercado de la aviación, ucropit contribuye directamente a la lucha contra el cambio climático, promoviendo prácticas agrícolas sostenibles y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global.